¡Cuidado! | lunes 27 de enero 2025

(Lectura de la Biblia en tres años: Daniel 2:22–49, 1 Juan 5:13–21)

¡Cuidado!

Ver serie: Meditaciones

Si una pelota elevada es golpeada en el aire, puede que oigas las palabras «¡Cuidado!» para avisarte. Si un amigo o compañero de trabajo quiere informarte de algo para que no hagas el ridículo, te dice: “Oye, sólo un aviso”. En el Salmo 24:7, el salmista David nos da tanto un aviso de información como de advertencia: “¡Ustedes, puertas, levanten sus dinteles!”.

El contexto de este salmo es la celebración del arca de la alianza (un símbolo de la presencia de Dios con su pueblo del Antiguo Testamento) y su exhibición y posterior morada en el tabernáculo. Lo que David quiere decir en el versículo 1 del salmo es: “¡Cuidado! No te dejes llevar por toda la solemnidad y te olvides de dónde y a quién deberías estar mirando”.

Esto es aplicable a nuestras vidas. Tenemos nuestras listas de tareas pendientes… algunas legítimas y otras incluso con fines religiosos, pero ¿tenemos un ¡Cuidado! de por qué lo estamos haciendo? ¿O nos dejamos llevar por la solemnidad de lo que estamos haciendo? David dirige a sus lectores a tener ¡Cuidado! al Rey que viene. No se refiere a sí mismo, sino al Rey de reyes, Jesús.

A medida que avanzas en tus semanas, meses y años, mantén las palabras de David en tu mente: «¡Cuidado!» Mira a la Palabra y hacia el cielo por tu Rey retornar.

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Oración:

Señor Misericordioso, concédeme que por los méritos de tu unigénito Hijo y mediante tus medios de gracia mi fe sea afirmada y fortalecida de tal manera que renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, en este tiempo de gracia, yo viva sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo. Amén.

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