EL PERDÓN A LA HOMOSEXUALIDAD | martes 24 de septiembre 2024
Pues aún sus mujeres cambiaron el uso natural por el que es contra naturaleza, y de igual modo también los hombres, dejando el uso natural de la mujer, se encendieron en su lascivia unos con otros, cometiendo hechos vergonzosos hombres con hombres.
Romanos 1:26-27
EL PERDÓN A LA HOMOSEXUALIDAD
Ver serie: Meditaciones
El mundo está confundiendo a las personas haciendo ver el pecado como si fuera algo de cultura. Quiero decir con esto que, cuando algo está de moda, todas las personas lo empiezan hacer, así como en las redes sociales lo que conocemos como los retos que empiezan hacer los seguidores de las mismas, esto mismo pasa con la homosexualidad. Esto no es una enfermedad, no es algo cultural, es pecado en contra del sexto mandamiento y merece ser castigado en el infierno y es por esto que aun la Biblia trata este tema como en los versículos para hoy.
¿Hay perdón de pecados frente a la homosexualidad? La Biblia nos dice que sí. Jesús cumplió perfectamente el sexto mandamiento por nosotros y aun por los que practican este pecado al nunca ni desear acostarse ni con mujeres ni con varones fuera del matrimonio y también al mostrar su entendimiento perfecto de la voluntad de Dios al respecto al decir claramente que el matrimonio es entre un hombre y una mujer: «¿No habéis leído que el que los hizo al principio, varón y hembra los hizo?» (Mateo 19:4), y también fue a la cruz para pagar el castigo por este pecado: «Pues mucho más, estando ya justificados en su sangre, por él seremos salvos de la ira» ( Romanos 5:9.)
El Espíritu Santo obra el deseo en los creyentes, por gratitud a Dios de dejar ese pecado atrás y en amor al sacrificio de Cristo vivir decentemente, viendo la voluntad de Dios al respetar la creación siendo hombre o mujer y teniendo vida matrimonial entre un hombre y una mujer. ¡Qué el Espíritu Santo nos conceda esto a cada uno de nosotros! Amén.
Oración:
Señor Santo aleja de nosotros todo pecado en contra de la carne y que nuestra vida te agrade por los méritos de Cristo guiados por el Espíritu Santo. Amén.