Cómo te hizo Dios | miércoles 29 de enero 2025

(Lectura de la Biblia en tres años: Daniel 3:13–30, 2 Juan 4–13)

Cómo te hizo Dios

Ver serie: Meditaciones

Me llevó más de 30 años descubrir cómo me hizo Dios. Uno pensaría que mis fortalezas y debilidades serían obvias después de unas décadas de pasar cada segundo conmigo mismo, pero no lo eran. Sólo después de una seria exploración descubrí cómo mi Creador me creó de una manera única.

He aprendido que soy bueno aprendiendo. Leer un libro por semana, podcasting horas de sermones al día, y lograr títulos avanzados es fácil / divertido / y estimulante para mí. Pero resolver problemas complejos de consejería y ser un hombro sobre el que se pueda llorar se siente como si estuviera lanzando con la mano equivocada. Año tras año, estoy aprendiendo a buscar formas de utilizar mi don mientras aprendo humildemente a delegar las tareas que no son mi don.

¿Y tú? Si el Espíritu Santo vive en tu corazón, tú también tienes dones. Pedro escribe: “Ponga cada uno al servicio de los demás el don que haya recibido” (1 Pedro 4:10). Cada uno de ustedes. No algunos de ustedes o ciertas personas entre ustedes. Cada uno de ustedes. Eso significa que tú también.

¿Cómo te creó Dios? Piensa en lo que te resulta fácil, lo que tiendes a hacer primero en tu larga lista de tareas pendientes, lo que hace que la gente se quede boquiabierta, ¡Yo nunca podría hacer eso!. Ora para que se te abran los ojos y puedas ver tus dones. Pregunta a tus amigos de confianza cuáles son tus dones (¡y en cuáles no!).

Entonces, para agradecer a Jesús por los dones de la gracia, la misericordia y la salvación, utiliza tus dones para servir a los demás.

Oración:

Verdadero Dios, confieso que no me conozco perfectamente como Tú me conoces. Pero por tu Palabra sé, con certeza, que soy un pecador necesitado de tu misericordia. Te bendigo y agradezco porque no solo perdonas mis pecados y me salvas de la condenación eterna, sino que también me haces parte de tu cuerpo dotándome gratuitamente de todos los dones que necesito para servirte eficaz y eficientemente. Suplico me abras los ojos espirituales para así poder identificar cuáles son los dones que me asignaste y me concedas la sabiduría necesaria para darles el mejor uso, por Jesucristo tu Hijo. Amén.

¿Usted quiere aprender más de la Biblia? Estudie con nosotros! Haga un clic aquí.