DIOS NOS GUIA POR EL SENDERO DE LA VERDAD Y LA VIDA | Jueves 12 de septiembre 2024
Bienaventurado el hombre que hace esto, y el hijo de hombre que lo abraza; que guarda el día de reposo para no profanarlo, y que guarda su mano de hacer todo mal.
Isaías 56:2
DIOS NOS GUIA POR EL SENDERO DE LA VERDAD Y LA VIDA
Ver serie: Meditaciones
Cuando pensamos en el secreto para llevar una vida sin tantos problemas, la Biblia es el lugar donde encontramos la solución para esto. Ella, además de enseñarnos y guiarnos por el camino de la salvación, también nos guía para que, en esta vida, nos mantengamos en este camino y no perdamos el rumbo de nuestro caminar. Todos nosotros tenemos al viejo hombre. Este es aquel que no se complace en las cosas de Dios sino en amar a las tinieblas, amar el pecado y, por eso, el viejo hombre a veces predomina en nuestras vidas, llevándonos por caminos desastrosos llenos de pecado y enemistad contra Dios. El final de este camino es el infierno eterno.
El único camino seguro que podemos encontrar en este mundo es Jesús. Por esto el mismo nos dice Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí. Juan 14:6. Pero lo que nos llama la atención de este camino es que no lo encontramos por nosotros mismos, sino que el mismo Dios nos buscó y nos trajo por este sendero de Verdad y Vida. La verdad es que Jesús es Dios. Siendo Dios, pudo llevar una vida perfecta como sustituto de toda la humanidad. Vida es la vida eterna en el cielo que Jesús ganó por nosotros tanto con su vida perfecta como con su sacrificio y muerte como lo enseña el Espíritu Santo: «el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.» (Mateo 20:28)
Este mismo Espíritu Santo que nos guía por el camino espiritual seguro de Dios en nuestra vida, también nos guía en nuestros pensamientos y acciones. Lo hace guiándonos por el resumen de la primera tabla de la Ley: «Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.» (Mateo 22:37). Guardar el día de reposo, no es otra cosa que tener la palabra de Dios como prioridad en nuestra vida para alimentar nuestra alma. También, el mismo Espíritu nos lleva a vivir practicando el resumen de la segunda tabla de la ley: «Amarás a tu prójimo como a ti mismo.» (Mateo22:39) que equivale a la enseñanza de Isaías en el versículo para hoy; el guardar nuestra mano para no hacer el mal. ¡Qué el Espíritu Santo nos conceda esto en el nombre de Jesús! Amén.
Oración:
Gracias, Padre Santo, por llamarnos bienaventurados en este mundo, siendo guiados por el Espíritu Santo por el sendero de tu palabra para que confiemos únicamente en tu Hijo Jesús para llegar a ti y para que por gratitud guardemos tu nombre en nuestras vidas y amemos al prójimo como a nosotros mismos. Lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.