EL PODER DEL EVANGELIO | miércoles 23 de octubre 2024

En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia. Porque si los que viven por la ley fueran los herederos, entonces la fe no tendría ya ningún valor y la promesa no serviría de nada.

Romanos 4:13–14

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 32:1–19, Filemón 1–7)

EL PODER DEL EVANGELIO

Ver serie: Meditaciones

La ley moral nos muestra cuán pecadores somos; es como un termómetro que detecta la fiebre, pero no puede eliminarla. Puesto que la ley moral no puede salvarnos ni darnos nueva vida necesitamos el evangelio ¿Qué es el evangelio y cuál es su poder?

El evangelio no es ley moral. No nos exige ser santos, ni obedecer la voluntad de Dios perfectamente. Si alguno enseña que el evangelio es una nueva ley moral superior, el tal está muy equivocado. Evangelio significa buena noticia: el evangelio es la buena noticia de lo que Jesucristo hizo para salvarnos. El evangelio nos habla de la perfecta obediencia de Jesucristo a la ley moral de Dios que nosotros no pudimos, ni podemos obedecer perfectamente. Nos dice que Jesús vivió 33 años obedeciendo perfectamente la voluntad de Dios en lugar de nosotros (1 Pedro 2:22; Romanos 5:19) Llamamos obediencia activa a la vida santa y pura que Jesucristo vivió en lugar nuestro. Pero, para pagar el castigo que merecemos por nuestros pecados él tuvo que padecer en la cruz toda la ira de Dios en lugar nuestro: «Él fue traspasado por nuestras transgresiones, molido por nuestros pecados […] Como cordero fue llevado al matadero» (Isaías 53:5,7) Llamamos a sus padecimientos obediencia pasiva. El evangelio nos habla de la obediencia pasiva y activa de Cristo como nuestro sustituto. Esa es una buena noticia para el pecador que se siente aterrorizado de haber ofendido a Dios con sus pecados pues le anuncia que Dios ha solucionado el problema en Cristo. Esa buena noticia tiene el poder de salvar, pues da perdón y vida eterna: «Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree» (Romanos 1:16)

(Filipenses 4:8)

Oración:

Señor, confieso que por mi propia razón o elección no puedo creer en Jesucristo, mi Señor, ni acercarme a él. Sino que el Espíritu Santo me ha llamado mediante el evangelio, me ha iluminado con sus dones, me ha santificado, me hizo parte del Israel de Dios y me guardado en la fe verdadera. De la misma manera llama, congrega, ilumina y santifica a toda la iglesia cristiana en la tierra, y en Jesucristo la conserva en la verdadera fe. En esta iglesia cristiana diaria y completamente él me perdona a mí y a todos los creyentes todos los pecados. Y en el último día me resucitará a mí y a todos los muertos. Y nos dará vida eterna a mí y a todos los que creen en Cristo. Esto es ciertamente la verdad. Por eso estoy agradecido pues grande es tu misericordia. Amén.

¿Usted quiere aprender más de la Biblia? Estudie con nosotros! Haga un clic aquí.