EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO | sábado 23 de noviembre 2024
Al verlo, caí a sus pies como muerto; pero él, poniendo su mano derecha sobre mí, me dijo: «No tengas miedo. Yo soy el Primero y el Último, y el que vive. Estuve muerto, pero ahora vivo por los siglos de los siglos, y tengo las llaves de la muerte y del infierno.»
—Apocalipsis 1:17–18
(Lectura de la Biblia en tres años: Lamentaciones 3:35–47, Hebreos 10:26–31)
EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO
Ver serie: Meditaciones
¿Es realmente Jesucristo el Alfa y la Omega, o se refiere a otro?
Juan estaba desterrado en la Isla de Patmos cuando tuvo las visiones descritas en el último libro de la Biblia. Apocalipsis significa «revelación», es decir, quitar el velo que oculta lo que es revelado. En los primeros versículos, explica que Dios dio esa revelación a Jesucristo quien, a su vez, la envío a Juan mediante un ángel. Por tanto, el verdadero título del libro es «La Revelación de Jesucristo». Título muy adecuado, pues revela quien es Jesucristo, su misión y cómo la lleva a cabo.
¿Quién es Jesucristo? Apocalipsis nos revela que Cristo es Dios hecho hombre, y que, estando encarnado, vivió la vida justa perfectamente en sustitución del ser humano caído. También nos revela que murió inmolado, en sacrificio vicario, pagando el castigo merecido por esa humanidad caída merece. (1:5-10)
¿Cuál es su misión? Puesto que su obra redentora pagó el precio de la salvación para la humanidad, quienes son beneficiados con ella han sido incorporados al pueblo de Dios como reyes y sacerdotes. Junto con Cristo, gobiernan espiritualmente sobre la tierra llevando la salvación hasta el último rincón a través de la predicación de la ley y el evangelio. Sin embargo, Satanás, en franca oposición al reino de Cristo, lo resiste activamente engañando a la humanidad por medio de portentos milagrosos que sus ministros ejecutan concierto éxito mientras persiguen a la iglesia militante (5:1–14; 6:1:1–15). Entre los ministros de Satanás destaca el anticristo. Cristo revela que Satanás y sus inmediatos colaboradores son los primeros en ser lanzados al fuego eterno. Los siguientes en ser condenados a la segunda muerte, el lago de fuego, son los que rechazaron definitivamente la redención obrada por Cristo (20:10–15). El libro concluye convocándonos a beneficiarnos gratuitamente de la salvación lograda por Cristo a favor de la humanidad caída. En gratitud vamos a querer evitar el descuidar una salvación tan grande, teniendo presente lo dicho en Apocalipsis 1:3.
Oración:
Señor Jesucristo, Cordero de Dios, digno eres de recibir el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza. Porque tú fuiste inmolado, y con tu sangre nos has redimido para Dios, de todo linaje, lengua, pueblo y nación; nos has hecho para nuestro Dios un reino y sacerdotes, solo por gracia. Amén.