¡El regalo de la fe! | domingo 29 de diciembre 2024

 

11 Vino a lo que era suyo, pero los suyos no lo recibieron. 12 Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.

—Juan 1:11-12.

(Lectura de la Biblia en tres años: Ezequiel 28, 1 Pedro 3:1–7)

¡El regalo de la fe!

Ver serie: Meditaciones

Probablemente no lo pensaste cuando despertaste esta mañana. Seré honesto, yo tampoco. Pero, si te despertaste como yo, con la capacidad de confesar sinceramente las palabras del Credo, “Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor”, amanecimos a un milagro; ¡Amanecimos con un regalo increíble en nuestras manos! La capacidad de creer en Jesús es un milagro de primer orden y el segundo mayor regalo de Dios aparte de su Hijo. Sin el don de la fe, perdemos el don de su Hijo. Un pastor estadounidense nos ayuda a ver el regalo de la fe. Escribe sobre sus luchas de fe y cómo Dios lo ha mantenido en la fe por su palabra:

Los últimos dos años … me han dejado muy vacío. La iglesia está buscando una visión para el futuro, y yo no la tengo. La única visión que identificó el concilio, la construcción de un santuario, me resulta tan poco atractiva hoy que no veo cómo podría proveer el liderazgo y la inspiración para ello.

Señor, ten piedad de mí. Estoy tan desanimado. Me siento tan en blanco … Ten piedad, Padre. Ten piedad de mi. Tengo que predicar el domingo, y apenas puedo levantar la cabeza.

Si mi fe en Jesús, y mi afán por conocerlo y su palabra… dependieran decisivamente de mí, habría dejado de ser cristiano hace mucho tiempo.

No tengo ninguna duda sobre esto. Si la causa decisiva de mi fidelidad a Cristo… debe venir de mí, no vendrá, porque no está allí. Por lo tanto, estoy asombrado de que todavía soy cristiano y amo el ministerio. [Es solo un acto de la gracia y misericordia de Dios a través de su palabra lo que me ha guardado].

¡Ves qué maravilloso regalo es nuestra fe! Como el pastor, nuestro instinto natural es como el del mundo. Jesús vino a los suyos, pero los suyos no lo recibieron. Piensa en tus momentos de duda y desánimo, debilidad y pecado. Pero, te ha llegado la buena noticia de gran gozo: “¡No tengas miedo! ¡En la ciudad de David te ha nacido un Salvador, Cristo el Señor! Dios te ama, perdona, y te ha reclamado como su hijo e hija en él”. Con esa noticia, Dios nos ha cubierto con su misericordia y poder y nos ha capacitado a confesar: “Señor, creo”.

Oración:

Espíritu Santo de Dios te alabo por el don de mi fe en Cristo. Por medio de las buenas nuevas de mi Salvador guárdame en la verdadera fe y fortalécela. Amén.

¿Usted quiere aprender más de la Biblia? Estudie con nosotros! Haga un clic aquí.