Encontrar un lugar | jueves 26 de junio 2025

(Lectura de la Biblia en tres años: Éxodo 18:13–27, Mateo 13:31–32)

Encontrar un lugar

Ver serie: Meditaciones

«Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo; ¿Cuándo vendré, y me presentaré delante de Dios?» (Salmo 42:1,2).

¿Te has hecho últimamente la pregunta del salmista? Tal vez tu rutina diaria está alterada, y tu tiempo habitual con Dios ya no sucede; la vida se siente azarosa sin un tiempo prolongado de la guía amorosa y la presencia de Dios. Tal vez has pensado en profundizar tu práctica del tiempo de silencio y has estado buscando la manera de hacerlo realidad. En todas estas cosas, puedes preguntarte: «¿Dónde (o cuándo) puedo ir y encontrarme con Dios?».

Susanna Wesley, madre de los escritores de himnos Charles y John Wesley, era una mujer muy ocupada. Su marido, pastor, entraba y salía de la prisión de deudores. Educaba a sus diez hijos en casa y ejercía un vibrante ministerio cristiano entre la gente de su comunidad. Si alguien podía preguntar: «¿Cuándo puedo ir a reunirme con Dios?», ésa era Susana. Pero el tiempo de soledad y renovación con el Señor de Susana viajaba con ella. Su familia sabía que cuando se tapaba la cara con su delantal de trabajo, estaba en oración; respetaban su santuario.

Puede que un delantal no sea la respuesta a tu dilema del tiempo con Dios, pero hay una respuesta para cada uno de nosotros. Tal vez sea una habitación apartada. Tal vez sea tu viaje matutino en autobús. Tal vez sea la mesa de la cocina antes de que todos estén despiertos. El Señor anhela pasar tiempo contigo, cada día. Él está cómodo en cualquier lugar.

 

Oración:

Eterno Dios, he pensado que necesito un ambiente y circunstancias ideales parta poder pasar tiempo contigo, con tu palabra. Ahora comprendo que no es así. Si, Susana, la madre de los escritores de himnos Charles y John Wesley solo necesitaba cubrir su rostro con su delantal, también yo puedo prescindir de las circunstancias y lugares ideales pues tú estás en todo lugar. Te bendigo y agradezco por tu gran paciencia. Concédeme que sea mi prioridad pasar tiempo diario contigo para escuchar tu mensaje de consuelo, las buenas noticias de salvación, por Jesucristo tu Hijo. Amén.

 

¿Usted quiere aprender más de la Biblia? Estudie con nosotros! Haga un clic aquí.