LA BENDICIÓN DE LOS HIJOS | viernes 20 de septiembre 2024
He aquí, herencia de Jehová son los hijos.
Salmo 127:3
Ver serie: Meditaciones
Este es el tercer propósito del matrimonio. Los matrimonios modernos no quieren tener hijos porque prefieren ser exitosos en sus trabajos; porque no quieren tener problemas en este mundo; y otros matrimonios reemplazan los hijos por animales porque ya les han dado el lugar de seres sintientes. Hay un pecado en contra del sexto mandamiento (en su aplicación sobre la voluntad de Dios para el matrimonio) cuando una pareja no quiere tener hijos movida por su egoísmo y avaricia, y como todo pecado, este merece la condenación en el infierno eterno.
El Espíritu Santo nos conecta a Cristo para ver los hijos como una bendición porque son una herencia. Todo el que peca al no querer tener hijos en el matrimonio por las razones expuestas, si está arrepentido, puede tener el consuelo de que su pecado ha sido perdonado por Jesús. Además, Él tuvo la actitud correcta en cuanto a los hijos al considerarlos como una bendición y su actitud correcta es acreditada al creyente. Por esto dijo: «Dejad a los niños venir a mí, y no se lo impidáis; porque de los tales es el reino de los cielos.» (Mateo 19:14.) Jesús está diciendo que los hijos son una herencia primero porque son un regalo de Dios, y segundo porque, como padres, los podemos guiar en la fe en Cristo Jesús.
Conectados a Cristo, pidamos al Espíritu Santo que nos haga ver a los hijos como una herencia porque por medio de ellos, la fe confesada seguirá en expansión y, por medio de ellos, Dios mantendrá viva la promesa del evangelio. ¡Qué el Espíritu Santo nos conceda esto a cada uno de nosotros! Amén.
Oración:
Padre Santo permite que el Espíritu Santo ponga en nuestros corazones el ver a los hijos como una herencia para nuestras vidas, en el nombre de Jesús. Amén.