LA CONFESIÓN DE FE Y EL CRISTIANO | jueves 10 de octubre 2024

Por lo tanto, ya que en Jesús, el Hijo de Dios, tenemos un gran sumo sacerdote que ha atravesado los cielos, aferrémonos a la fe que profesamos.

Hebreos 4:14

(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 22, 2 Timoteo 2:19–26)

LA CONFESIÓN DE FE Y EL CRISTIANO

Ver serie: Meditaciones

La Biblia no deja ningún lugar a dudas respecto a que la salvación de la condenación eterna es por la fe. Nuestras obras no tienen ningún papel en cuanto a alcanzar la salvación. El apóstol Pablo escribió: «Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.» (Efesios 2:8-9). ¿Significa eso que en la vida del cristiano no hay lugar para las buenas obras? ¡No! En el versículo siguiente Pablo lo deja claro: «Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.» (Efesios 2:10)

Las buenas obras del creyente no nacen del miedo al castigo o del deseo de aplacar la ira de Dios. Un cristiano que sabe que la salvación es absolutamente gratuita, entiende que no puede añadir nada a lo que Cristo hizo. Pero quiere hacer buenas obras en gratitud a Dios por la salvación. Las buenas obras del creyente le nacen del corazón. Una de las primeras reacciones del corazón cristiano a la salvación es la confesión de fe. La mujer samaritana no tardó en ir a contar a sus paisanos acerca de Cristo. Como está escrito: «de lo que abunda en el corazón habla la boca.» (Lucas 6:45).

La fe vive y actúa en la vida cristiana, mueve constantemente a los cristianos a hacer buenas obras. Jesús no les dijo a los discípulos: «Deben ser mis testigos», sino les dijo: «serán mis testigos». Cuando el sanedrín les dijo a los apóstoles que no predicaran el nombre de Jesús, ellos respondieron: «No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto y oído» (Hechos 1:8; 4:20). «Escrito está: «Creí, y por eso hablé.» Con ese mismo espíritu de fe también nosotros creemos, y por eso hablamos.» (2 Corintios 4:13). Así como una de las primeras palabras de un bebe es papá o mamá, un cristiano desde sus primeros pasos dice «Creo» ¿Qué es lo que cree? En gratitud por la redención creemos la sana doctrina, la confesamos y la profesamos.

Oración:

Señor, hay mucho que quiero conocer. Pero lo más importante ya me fue revelado gracias a tu amor y misericordia: Que somos salvos únicamente por los méritos de tu Hijo y no por los nuestros. Concédeme, Señor, el querer mantener mi mirada en ti y en tu obra redentora, de manera que la gratitud que me mueva a compartir el evangelio a los que no te conocen. Amén.

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