Los primeros cristianos amaban la vida | lunes 23 de junio 2025
(Lectura de la Biblia en tres años: Éxodo 15:22–16:36, Mateo 13:18–23)
Los primeros cristianos amaban la vida
Ver serie: Meditaciones
Los romanos, como habrá oído, no amaban a los niños. No sólo los abortaban a menudo, sino que también los «exponían», lo que significa que durante los primeros días tras el nacimiento, la gente cogía a sus pequeños y los dejaba a la intemperie para que murieran. Si los niños estaban enfermos o eran discapacitados o del sexo «equivocado» (las mujeres estaban trágicamente infravaloradas), sus padres los exponían con frecuencia a la intemperie y a los animales, un hecho histórico que da grima imaginar aunque sólo sea por un segundo.
¿Pero adivina quién apareció para cambiar esa tragedia? Los cristianos. Los cristianos recogían a los bebés, los adoptaban y los criaban como si fueran suyos. De hecho, esto era tan común que las iglesias se convirtieron rápidamente en los lugares donde los paganos abandonaban a sus bebés. «Dejen esas pequeñas vidas con la iglesia», empezaron a decir los paganos. «Los cristianos los amarán. Los cristianos cuidarán de ellos».
Hoy podemos hacer lo mismo. Aunque muchas cosas han cambiado en los últimos dos milenios, la oportunidad de impresionar a nuestro mundo con nuestro amor sacrificado sigue siendo la misma. Considera las necesidades que te rodean, especialmente las que rodean a los embarazos no deseados, mientras reflexionas sobre las épicas palabras de Pablo: «El amor de Cristo nos lleva a actuar así, al pensar que si uno murió por todos, entonces todos murieron; y él murió por todos, para que los que viven ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos» (2 Corintios 5:14,15).
Oración:
Bondadoso Dios, nos amaste con amor eterno e incondicional y ese mismo amor germinó en los primeros creyentes tal filantropía que impactó en la cultura de ese tiempo. Concédenos impactar de nuevo con tu amor en nuestro entorno, de tal manera que tu nombrte sea glorificado y tu evangelio sea comunicado, por Jesucristo tu Hijo. Amén.