Sin ansiedad por separación | jueves 27 de febrero 2025

(Lectura de la Biblia en tres años: Amós 6, Apocalipsis 10:1–4)

Sin ansiedad por separación

Ver serie: Meditaciones

Estaba un día en una tienda departamental cuando de repente oí un grito espeluznante, seguido de un sollozo incesante. Un niño pequeño se había separado de sus padres.

La ansiedad por separación es real. Los niños pequeños, las personas que han perdido a su cónyuge, las personas divorciadas, e incluso los perros la experimentan.

Los que creemos en el cielo y en el infierno tenemos imágenes en nuestras mentes de cómo serán esos dos lugares. De hecho, las Escrituras nos dan imágenes de ambos. Estos son sólo algunos ejemplos de lo que será el infierno: el hombre rico cuya sed no podía ser saciada (Lucas 16:19-31), un lago de fuego (Apocalipsis 20:10), un horno de fuego (Mateo 13:50), cadenas de oscuridad (2 Pedro 2:4 NVI), etc.

Pero el llanto aterrorizado de ese niño me hizo preguntarme si esas imágenes no son siquiera la peor parte de lo que será el infierno. La peor parte será vivir en un estado constante de pánico y ansiedad que nunca se calmará. Estaremos separados eternamente de la presencia misericordiosa de Dios.

Afortunadamente, tenemos la seguridad de que Dios nunca nos soltará de sus manos. Él ha prometido: “Nunca te dejaré, ni te desampararé” (Hebreos 13:5 LBLA). Incluso cuando nos “alejamos” o a veces tratamos de alejarlo, Jesús agarra nuestras manos con más fuerza, y nunca las soltará hasta que estemos de regreso a salvo en los brazos de nuestro Padre celestial.

Debido a la fe en Cristo, nunca experimentaremos la ansiedad de la separación eterna.

Oración:

Redentor divino, confieso mi total fragilidad: por mí mismo no puedo permanecer adherido a Ti. No tengo el poder ni la capacidad de perseverar en la verdadera fe y tengo tendencia al pecado, a perderme y a perder la fe. Es solo gracias a la bondad divina que puedo permanecer en Cristo. Gracias Señor porque Tú has prometido: «No te desampararé, ni te abandonaré» de modo que puedo decir que solo por tu obra perseveraré en la fe hasta tu venida y por Jesucristo tu Hijo entraré al gozo eterno. Amén.

¿Usted quiere aprender más de la Biblia? Estudie con nosotros! Haga un clic aquí.