SOMOS PORTADORES DE PAZ | Miércoles 11 de septiembre 2024
Cuando los caminos del hombre son agradables a Jehová, aun a sus enemigos los hace estar en paz con él.
Proverbios 16:7
SOMOS PORTADORES DE PAZ
Ver serie: Meditaciones
Uno de los puntos que aprendemos cuando estudiamos la historia de Isaac (Génesis 26), es cómo este hombre creyente era un hombre de paz. El texto sagrado nos presenta las varias oportunidades en las cuales él fue perseguido y provocado para entrar en peleas y conflictos y, por la obra del Espíritu Santo, aprendemos que escapó de todas las provocaciones. Ser hombres de paz es difícil cuando la fe no está presente en el hombre. No obstante nosotros como creyentes, desafortunadamente, caemos en pecado en contra del quinto mandamiento cuando somos tentados y provocados, por otro, para tener un conflicto. Reconozcamos que, por naturaleza, somos violentos y no amamos la paz sino la venganza.
Jesús fue un hombre de paz. Esto lo demostró al darnos la verdadera paz como lo leemos en Juan 14:27. «La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da.» Esta paz, que Jesús ganó por nosotros para que no estemos en conflicto con Dios por nuestro pecado, la ganó no pecando. La Biblia nos da evidencia de la vida perfecta de Jesús, quien fue perfecto por todos nosotros por ser Dios, y quien, en su perfección, nos amó tanto que dio su vida por nosotros: «sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación». (1 Pedro 1:18-19.)
Esta paz que ahora tenemos con Dios es la motivación por la cual Isaac fue un hombre pacificador. Esta misma es la que nos anima a nosotros a ser pacificadores con el prójimo. El Espíritu Santo nos da esta paz, y también la produce en nosotros, para que dejemos que sea Dios quien se encargue de nuestros problemas y conflictos, porque Él puede hacer que aun nuestros enemigos hagan la paz con nosotros. ¡Qué el Espíritu Santo nos conceda esto en el nombre de Jesús! Amén.
Oración:
Espíritu Santo, permite que la Paz verdadera nos guíe a tener amor para con el prójimo y a dar Gloria a Tu nombre por medio de Jesús. Amén.