TIEMPO PARA CORREGIR | sábado 26 de octubre 2024
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
2 Timoteo 3:16–17
(Lectura de la Biblia en tres años: Jeremías 34, Hebreos 1:1–4)
TIEMPO PARA CORREGIR
Ver serie: Meditaciones
Así como la Biblia enseña que «Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. [Hay] tiempo de esparcir piedras, y tiempo de juntar piedras.» (Eclesiastés 3:1,5 RV60). En la iglesia hay un tiempo para desechar la levadura de la falsa doctrina. ¿Cómo así?
Cuando Dios instituyó la fiesta de la Pascua mandó a los israelitas que eliminen toda levadura de sus casas para celebrar la fiesta. Ese era el tiempo de Israel para celebrar sin levadura. A los cristianos El apóstol Pablo nos amonesta: «¿No se dan cuenta de que un poco de levadura hace fermentar toda la masa? Desháganse de la vieja levadura para que sean masa nueva, panes sin levadura, como lo son en realidad. Porque Cristo, nuestro Cordero pascual, ya ha sido sacrificado.» (1 Corintios 5:6,7). Eso significa que necesitamos confrontar el pecado y la falsa doctrina inmediatamente. Eliminarla tan pronto sea posible pues contaminará toda la masa. Esta es la responsabilidad principal de los líderes en las iglesias visibles (Efesios 4:11–14 cf. Tito 1:7–11; Romanos 16:17,18) Pero ¿Qué hacer cuando son los líderes mismos quienes se han contaminado con la falsa doctrina? La Palabra de Dios nos manda separarnos de ellos pues debemos obedecer a Dios antes que a los hombres (Hechos 5:18,19) Cuando el apóstol Pablo encontró que ciertos líderes enseñaban falsa doctrina testimonia que «Ni por un momento accedimos a someternos a ellos, pues queríamos que se preservara entre ustedes la integridad del evangelio.» (Gálatas 2:5). El evangelio puro es un gran tesoro encomendado a la iglesia. Mediante el verdadero evangelio la fe es otorgada al pecador arrepentido. Nosotros fuimos salvados mediante ese evangelio. En gratitud vamos a querer ser celosos guardianes de la verdad eliminando y guardándonos de la levadura de los fariseos.
Oración:
Señor, confieso que a mi viejo Adán le agrada pensar que algún mérito puedo tener para ganar la salvación o para serte agradable tratando de cumplir la ley moral. Pero tu palabra me enseña que todas mis buenas obras son delante de ti como trapo de inmundicia. A ti te agradan solo las buenas obras de tu Hijo Jesucristo. Gracias te doy porque esas buenas obras me han sido atribuidas a mi favor gratuitamente y porque sólo por sus méritos tengo la salvación. Concédeme permanecer firme en esta verdad y rechazar con firmeza y convicción la falsa doctrina del diablo. Amén.